Obras, egos y albañiles

¿Cómo puede una persona estar hablando bien de sí mismo –o veladamente de sí mismo- durante, supongamos, diez o quince minutos?
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailO sea, hablar sobre uno mismo es una actividad que puede demandar mucho tiempo. Horas, seguramente. De hecho, las sesiones de terapia rondan los 50 minutos, y a veces uno se queda con ganas de seguir, hasta que el psicólogo le dice ´continuamos en la próxima sesión´. El tipo, el profesional, se pudrió de escucharnos. Y eso que en tales ocasiones, hablamos de todo. Imaginemos si durante 50 minutos le estamos contando lo piola y talentoso que somos: las sesiones durarían un cuarto de hora.
Hablar bien de uno mismo o de lo que uno hace, debería tener la duración de un suspiro. O mejor aún, de un resoplido, de un gruñido fastidioso.
